viernes, 29 de enero de 2010

MUKTAK, DEL SAGRADO CLAN DEL OSO BLANCO EN TELOS


Rowina: Estamos en un bosque precioso, en la Patagonia argentina. Está con nosotros nuestro queridísimo amigo: Muktak, del sagrado Clan del Oso Blanco, del Poblado de Groenlandia, en Telos.


Viene a hablarnos de la importancia del instinto en nuestras vidas para guiarnos, para saber salir de todo tipo de dificultades.


Es una cualidad muy necesaria en estos tiempos de cambios en los que estamos inmersos, tanto la Tierra como los seres humanos que la habitamos. Bienvenido Muktak, cuando quieras puedes comenzar.


Muktak: Muchas gracias, Princesa. Es para mí un verdadero gusto y placer estar con ustedes para poder transmitirles este mensaje que traigo para compartir con la Humanidad.


El Clan del Oso Blanco está asociado al instinto; el instinto que está guiado por el corazón. Este es el elemento central de lo que vengo a comunicar.


El instinto pede tener dos maneras de manifestarse. Una es manejándose a sí mismo, donde cada humano le cede su propio gobierno para que lo conduzca por el mundo.


Eso es lo que habitualmente se ve por todas partes, es decir, que el instinto está de alguna manera libre, galopando, corriendo por el mundo y cada ser humano anda detrás, como si fuera su esclavo, que lo lleva de una experiencia a otra; muchas veces sin sentido.


El otro camino que tiene el instinto es aquel que está gobernado por el corazón, por el amor. En este caso, las experiencias que se tienen por medio de los sentidos –que da la parte instintiva- van siendo guiadas mayormente por el corazón. Esto es que, quien escucha a su corazón, quien lo siente, quien lo vive, puede utilizar el instinto para poder percibir con claridad cada paso que debe seguir, cada paso que desea dar, cada paso que lo va llevando a una experiencia cada vez más inclusiva de todo lo que tiene a su alrededor, y a su vez expansiva.


El oso blanco se mueve por el Polo Norte, oriundo de aquellos témpanos, en un sector del planeta que no tiene tierra, sino que es solamente hielo. En la época estival, ese hielo se adelgaza.


Estos animales han de recorrer muchas distancias para encontrarse, siguiendo el instinto para reproducirse, para refugiarse, para criar a sus oseznos, y debe ser guiado por su propio instinto, que le va indicando dónde ir apoyando cada una de sus patas, sobre un hielo del que no puede saber a primera vista si es un hielo débil, un hielo fuerte, un hielo delgado, un hielo grueso o que simplemente parece haber hielo pero no lo hay. El instinto le indica cómo seguir adelante.


También en las épocas de mayor frío, de ventiscas por días, este animal es capaz de poder orientarse, de poder encontrar comida; incluso es capaz de poder percibir dónde está su compañera o compañero. Ese es el instinto que lo guía.


Hoy quiero presentarles este ejemplo, pues sobre eso es a lo que yo los invito a escuchar y recorrer experimentalmente lo que tengo para contarles.


El instinto, mi querida Humanidad, no es un elemento aislado de la vida; algo a lo que haya que esconder y domesticar. No se puede hacer eso. Sólo se lo puede reprimir, nunca domesticar; el instinto es salvaje. Salvaje en el sentido de que se determina a sí mismo. Pero cuando es el corazón quien guía, ese instinto se vuelve la herramienta más maravillosa de asistencia a cada uno de ustedes.


Ese instinto les va a decir hacia dónde ir, qué decisión tomar, qué relación dejar, cuándo hacer un movimiento, qué cosas corresponden a un buen actuar, teniendo en cuenta a todos los elementos que integran esa experiencia. Ese instinto es inclusivo porque está dirigido por el amor, que tiene esa naturaleza.


Cuando el instinto trata de guiarse a sí mismo, excluyendo al corazón, se vuelve justamente eso: excluyente. Entonces, ese ser que anda por el mundo guiado por el instinto excluyente, no puede encontrar nada que lo contenga, y cada vez sus experiencias se llenan con sensaciones de vacío, de pérdida, que todos tratan de tapar con ruidos y distracciones, que no son más que los gritos del instinto pidiéndole al corazón que lo guíe. Que lo guíe por el sendero Sagrado del Oso Blanco, el camino que conduce, gracias al corazón, a la experimentación de la vida en la más amplia y maravillosa manifestación: en la abundancia, en la bondad, en la prosperidad, en el amor, en la paz, en la inclusividad de todo.


Con esto, quiero dar una pequeña introducción a lo que seguiremos desarrollando, cada vez que sea invitado por ustedes, para compartir esta sabiduría que sostengo para entregar a cada uno de los corazones que ya están dispuestos a recibirlo.


Rowina: Muchas gracias, Muktak. Practico el instinto guiado por el corazón desde hace mucho tiempo. Jamás me ha fallado. Efectivamente es una ayuda inestimable porque te hace ver el camino que tienes que tomar, y te lo hace ver por ti mismo, sin tener que recurrir a la cabeza o a las ideas o las argumentaciones. Simplemente tu instinto te dice la pauta que para ti es la mejor en ese momento. Gracias por tu aporte, Muktak; eres muy bien recibido en la Voz del Amor.

1 comentario:

  1. Es bueno saber que el amor en estos tiempos de cambio se este reforzando y tomando en cuenta, ya que es lo que le hace falta a la humanidad.

    saludos desde Tecámac EdoMex.

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